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En Aigües de Barcelona nos sumamos al Día Internacional de la Mujer. Y nos sumamos a él haciendo nuestro el lema escogido por Naciones Unidos este año para celebrar esta jornada: “Pensamos en igualdad, construimos con inteligencia e innovamos para el cambio”.
Somos una empresa fuertemente innovadora y muy vinculada al mundo de la tecnología, en el que, según alerta Naciones Unidas, todavía existe una gran falta de mujeres. Si continúa esta tendencia, no será posible conseguir un planeta 50-50 para el año 2030, tal como propugnan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por este motivo, creemos que hay que empoderar a chicas y mujeres, y uno de los modos que tenemos de llevarlo a cabo es creando referentes femeninos. Es necesario que las experiencias de otras mujeres influyan por igual en el diseño de las sociedades futuras, en las que el desarrollo sostenible debería ser la clave.
Os presentamos a dos mujeres de Aigües de Barcelona que, desde posiciones y responsabilidades distintas, ofrecen su punto de vista para trabajar por el desarrollo sostenible. ¡Conócelas!
¡Hola! Descríbenos brevemente tu trabajo en Aigües de Barcelona.
María Salamero: Actualmente tengo responsabilidades sobre el actual plan estratégico A2020 basado en criterios de desarrollo sostenible y apuntando a los ODS, coordino la comisión de sostenibilidad del Consejo de Administración de Aigües de Barcelona, y los reportings e iniciativas en el marco de la sostenibilidad. Asimismo soy responsable del marketing y la comunicación con el foco puesto en todos los grupos de relación de la compañía, tanto internos como externos (ciudadanos, clientes, proveedores...) y siempre procurando aportar valor a todos ellos. En definitiva, tres palancas que no podemos disociar: estrategia, sostenibilidad y comunicación.
¿Cómo y cuándo se inició tu compromiso/interés por el desarrollo sostenible?
María Salamero: La verdad es que, sobre todo en el eje medioambiental, ya se inició durante la carrera, y la primera empresa en la que hice prácticas era una cooperativa que se dedicaba a las energías renovables (eólica y solar). La parte más social también ha estado en mi ADN desde pequeña, realizando voluntariado local o participando en asociaciones que trabajaban en proyectos para países en vías de desarrollo.
¿Cuál crees que es tu aportación personal en la consecución de la igualdad real y efectiva en el entorno laboral, y en tu caso, además, formando parte del Comité de Dirección de Aigües de Barcelona?
María Salamero: Diría que las mujeres directivas debemos trabajar para naturalizar al máximo posible la igualdad y procurar ser un referente para las chicas y chicos que ahora se incorporan a la compañía. Está más que demostrado que, por mucho que realices formación y acciones de sensibilización o mentorías, uno de los principales problemas es precisamente la falta de referentes femeninos, por eso las mujeres que estamos en ciertas posiciones debemos esforzarnos por hacernos visibles.
A modo de ejemplo más del día a día, tengo como un decálogo interno y en cada acción que llevo a cabo procuro garantizar la igualdad: desde las fotos que elegimos en las acciones comunicativas, el lenguaje que empleamos, cuando organizamos mesas redondas o un equipo de trabajo.
Asimismo, soy miembro de la junta de la Asociación de Ingenieros Industriales de Catalunya y acabamos de crear un grupo de trabajo sobre “igualdad, tecnología y futuro”. Cada pequeña acción suma.
¿Qué mensaje darías a otras mujeres y chicas que quieren trabajar para el desarrollo sostenible en el ámbito empresarial?
María Salamero: El mensaje lo daría en general a todo el mundo, hombres y mujeres, chicos y chicas. De hecho, este sector está ya muy feminizado y el reto ahora es incorporar más talento masculino, diferentes generaciones, culturas y perfiles para que sea más representativo y plural, tal como dice el lema de Naciones Unidas de este año: “Pensamos en igualdad, construimos con inteligencia, innovamos para el cambio”, sin ello el desarrollo sostenible no será posible.
Pero las mujeres estamos todavía poco representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el diseño, lo que nos impide influir tanto como los hombres en el desarrollo de innovaciones que permitan lograr beneficios transformadores para la sociedad.
Aunque se ha avanzado mucho, todavía hay mucho trabajo por hacer. Y que hay que llevar a cabo conjuntamente, hombres y mujeres, talento masculino y femenino, sumando juntos, complementándose en los distintos modos de hacer y de enfocar las cosas, construyendo juntos para un futuro en el que estos debates no se deban tener. Por ello, ¡animo a todo el mundo que nos lea a que se sume a este reto!