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Aigües de Barcelona apuesta por extender el agua regenerada al polo Besòs, como solución de futuro

La sequía en Cataluña sigue agravándose y ya son 37 los municipios que están en fase de emergencia y 498 los que se encuentran en fase de excepcionalidad, como consecuencia de la falta de lluvia en los últimos meses, que ha hecho disminuir las reservas de los embalses Ter-Llobregat hasta el 19%. Nos encontramos con la sequía más grave de los últimos 70 años, y si no llueve, la Agencia Catalana del Agua (ACA) podría decretar próximamente el estado de emergencia I por sequía en el área metropolitana de Barcelona.

Aigües de Barcelona considera necesario extender la regeneración al 100%, para afrontar la sequía y la emergencia climática. Por eso está impulsando, junto con la Administración, diversas actuaciones basadas en la reutilización del agua regenerada, un agua residual que, una vez depurada, recibe un tratamiento adicional para que se pueda reutilizar en diversos usos, y todo ello siguiendo un modelo circular.

Actualmente, Aigües de Barcelona envía 1.500 litros/segundo de agua regenerada desde la depuradora del Baix Llobregat, aguas arriba del río Llobregat, hasta Molins de Rei para ser reutilizada como agua prepotable. Esta agua se capta 8 km más abajo, en la planta de tratamiento de agua potable de Sant Joan Despí, para potabilizarla y enviarla a la red de distribución y seguir así el ciclo del agua.

Con el fin de disponer de nuevos recursos para hacer frente a la sequía y a la emergencia hídrica estructural de Cataluña, la compañía apuesta por replicar este modelo en la cuenca del Besòs. Por eso, ve imprescindible desplegar el proyecto Next Generation en el polo Besòs, valorado en unos 1.500 millones de euros. Esta inversión permitiría dejar de depender del agua de lluvia y garantizar la resiliencia hídrica de 5 millones de ciudadanos de la región metropolitana de Barcelona. Con este proyecto, ésta sería la última sequía en términos de reservas y consumo de agua.

El proyecto, impulsado por Aigües de Barcelona, cuenta con el aval de la Generalitat, la ACA y el AMB, en el marco de los fondos europeos Next Generation. El objetivo es generar 180 hm3 anuales de agua regenerada, desalinizada y nuevos recursos hídricos del Llobregat y del Besòs, para acabar con el déficit hídrico y dejar de depender de los recursos que provienen de las cabeceras de los ríos. Además, la regeneración de 90 hm3 permitiría destinar esta agua reutilizada para usos agrícolas, urbanos, ambientales, industriales y recarga de acuíferos.

Hay que tener en cuenta que en un año normal el 95% de los recursos de agua para la metrópoli de Barcelona están vinculados a la climatología, es decir, agua superficial y subterránea, mientras que el 5% es agua de mar desalinizada. En la situación de sequía actual, el 19% del recurso hídrico corresponde a agua superficial (ríos, principalmente), el 23% a agua subterránea (pozos y acuíferos), el 33% a agua desalinizada y el 25% a agua regenerada.

Plan de pruebas para ajustar la presión

Además del impulso del agua regenerada, la compañía ha anunciado la finalización de las pruebas técnicas en diferentes puntos de la red, realizadas con el objetivo de evaluar la viabilidad técnica de reducir la presión en la red en caso de que la Agencia Catalana del Agua (ACA) decrete el estado de emergencia I por sequía.

Las pruebas, que no han comportado ninguna incidencia en el suministro de agua, se han llevado a cabo en diferentes zonas de los municipios del área metropolitana de Barcelona.

Aprovechar todos los recursos hídricos de la cuenca del Besòs

Aigües de Barcelona, en colaboración con la Administración, está llevando a cabo diferentes obras de construcción con la voluntad de aprovechar al máximo todos los recursos disponibles.

La compañía ha finalizado las obras de la primera fase de la ETAP Besòs para recuperar el recurso del Rec Comtal para el abastecimiento. Además, ha propuesto un proyecto de ampliación de la ETAP Besòs para aprovechar el agua desde la cabecera, a fin de, junto con la construcción de nuevos pozos y la captación de agua superficial del río Besòs, multiplicar por tres su producción, gracias a la aplicación de las técnicas avanzadas como la ultrafiltración y la ósmosis inversa. Esta actuación supondría una nueva aportación total de agua del 15% del consumo actual en la región metropolitana.